PONME A PRUEBA DIOS





Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.”  Salmos 139:23,24

Estos versos son la conclusión del salmo 139. A través de este salmo David se deleita en los atributos de Su Dios. Un Dios que es capaz de ver a través de la humanidad del salmista. En su contemplación, reconoce a Dios que le conoció incluso antes de que existiera. Tuvo acceso visual a todas las fases de su desarrollo. Desde que era sólo un embrión hasta que su cuerpo estuvo totalmente formado. Este maravilloso Dios no necesitó de ultrasonido para poder ver el interior de un embarazo.
El salmista expresa admirado que no hay lugar donde Su Dios no pueda verlo o encontrarlo. Tampoco necesita hacer un TAC para saber el funcionamiento de nuestro cerebro, y lo que es más grandioso, para conocer qué estamos pensando.

El salmista dice que está maravillado y que su alma sabe que no miente.
Con este conocimiento en mente hace un movimiento que muchos calificarían  como arriesgado pero que en lo personal creo que denota sabiduría,

Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos;

Pudiéramos ser ligeros y decir: “para qué pide esto si acaba de decir que Dios lo ve todo aunque el salmista no lo pida”.
Sin embargo está petición pudiéramos leerla de esta manera:
Ya que tienes acceso a mis pensamientos más profundos y a todo lo que hay en mi corazón, hazle un examen.


En la NVI dice:

Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos.


El verbo sondear lleva implícito averiguar a profundidad. El salmista le está dando autoridad total a Dios para inquirir allí donde él mismo no llega. La razón para esta investigación a fondo es un deseo de estar a cuentas con Su Dios. Sabiendo que “engañoso es el corazón más que todas las cosas”, el salmista pide la ayuda de Dios para hacer una investigación imparcial de sus pensamientos y corazón. La razón detrás de esta investigación: “Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.”


En la NVI dice:

Fíjate si voy por mal camino, y guíame por el camino eterno


Nunca podemos estar cien por ciento seguros de que vamos por buen camino.
Proverbios 14:12 dice que: “Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte”.

He aquí el por qué creo que esta petición del salmista denota sabiduría . Él no dice “examíname sólo porque estoy curioso”. No, examíname porque no quiero que mis pasos se desvíen del camino eterno. Y debo saber que cada día corro ese riesgo. Sí te doy la autoridad de que me examines,  podré corregir cualquier mal paso que haya dado y tendré la oportunidad de regresar a la senda cuyo final es la vida eterna.

¿Piensas como yo que es sabio pedir a Dios que nos examine periódicamente?

Bendiciones mil.

No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.