LUCHANDO CON LOS PENSAMIENTOS





Porque las armas de nuestra milicia no son carnales sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levante contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” 2 Corintios 10:4,5

Hoy quiero que hablemos acerca de los pensamientos. Quiero con la ayuda de Dios, poner al descubierto cuán importante son los pensamientos en la vida de cualquier ser humano en especial de los creyentes. Muchos no tenemos cuidado en guardar nuestra mente y la llenamos de programas de televisión, películas, video-juegos y criterios de este mundo que nada tienen que ver con Dios y su palabra y terminamos siendo afectados por estos.

David había entendido está gran verdad por eso pidió en el Salmo 19:14 “Sean gratos los dichos de mi boca  y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová”. Que es lo mismo que decir “permite Dios que mis palabras y mis pensamientos, aquellas cosas en las cuales medite te sean agradables”. En la Biblia se usan como sinónimos de los pensamientos las palabras mente, corazón, razonamiento, entendimiento etc.

Como hemos aprendido cuando queramos comprobar la verdad sobre algo debemos ir a la palabra de Dios. Hoy queremos saber si es cierto que no debemos dar poca importancia a nuestros pensamientos. En Pro 23:7ª) leemos:

porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él

Dice aquí la Palabra que según sean nuestros  pensamientos así somos. Siendo así no puedo pretender ser buena si mis pensamientos son malos, no puedo dejar de ser chismosa si todo el tiempo estoy pensando en la vida de los demás, no puedo dejar de mentir si mi mente está llena de mentiras, no puedo ser amable si mis pensamientos son los peores para todos. Lo que hay dentro de mi mente me llevará a actuar sin lugar a dudas, por eso es tan importante cuidar nuestra mente y nuestros pensamientos en Cristo Jesús.

En una ocasión en que estaban criticando a los discípulos de Jesús porque no habían guardado la costumbre de lavarse las manos antes de comer, no por higiene sino para no contaminarse, Él les aclaró. Miren, lo que entra por la boca no es lo que contamina al hombre sino lo que sale de ella porque está en su corazón. Les dijo: del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los robos, los falsos testimonios y las calumnias. Estas cosas son realmente las que pueden contaminar a un hombre. (Mat 15:19-20).

¿Les parece hasta aquí que vale la pena cuidar nuestros pensamientos? El texto de hoy dice que las armas de nuestra milicia no son carnales. Si hay armas y milicia hay una lucha, un combate. Quiere decir que en nuestra mente se libra una batalla constante para destruir o mantener argumentos (razonamientos, imaginaciones, ideas, especulaciones) y estos argumentos se levantan contra el conocimiento de Dios

Vamos a hacerlo más simple. Todas nosotras, ustedes y yo, libramos diariamente una batalla en nuestra mente con argumentos que se levantan como fortalezas y que son contrarios a Dios. Argumentos que nos invitan a desobedecer, a mentir, a no tener en cuenta las reglas, a engañar, etc Pueden venir de nosotros mismos porque cedemos a los malos deseos de nuestra carne como dice la Biblia o de nuestro enemigo, el diablo. Pero la verdad es que vienen a nuestra mente y no le podemos permitir que se queden ni por un instante. Ya comprobamos a través de la Palabra que si le permitimos entrar nos llevan a hacer lo malo y nos pueden destruir.

Seguimos leyendo y en el siguiente verso dice:

derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.

Entendemos varias cosas:
1. Que nuestros pensamientos pueden agradar a Cristo o levantarse altivamente (orgullosamente) contra Él. No hay términos medios. Recuerden esto que es muy importante, CON DIOS NO HAY TÉRMINOS MEDIOS, o obedecemos o desobedecemos, o decimos la verdad o mentimos, es importante que no se dejen engañar.

2. Que hay una forma de controlar los pensamientos y es llevándolos cautivos en obediencia a Cristo. Nuestros pensamientos no se gobiernan, tienen que junto a nosotros, obedecer a Cristo.

¿Cómo llevamos cautivos los pensamientos en obediencia a Cristo?

En el verso 4 dice que nosotros tenemos armas que no son carnales que es lo mismo que decir que no son humanas sino que son poderosas en Dios para destruir las fortalezas que se construyan en nuestra mente. Esas armas son la oración y La Palabra de Dios. Llevaremos esa batalla poniendo, en lugar de cada pensamiento que no agrade a Dios, Su Palabra. En lugar de un pensamiento de miedo uno de confianza en el Señor, en lugar de uno de debilidad uno de la fuerza que tenemos en Dios, en lugar de uno de tristeza otro que nos recuerde lo afortunado que somos en Cristo.
La Palabra de Dios tiene poder, la Palabra de Dios en nuestra mente nos convertirá en mujeres victoriosas y muy difíciles de engañar o seducir por las cosas de este mundo pues conoceremos la verdad y la verdad nos hará libres.

Hagamos un ejercicio para finalizar. Pondremos pensamientos con los cuales luchamos a diario y buscaremos la Palabra de Dios que los derrotará.
  
PENSAMIENTOS
PALABRA DE DIOS
Nunca podré aprender esto o nunca podré lograr esto
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Fil 4:13)
Nunca voy a dormir bien
En paz me acostaré y así mismo dormiré porque mi Señor me hace vivir confiado (Sal 4:8)
Tengo miedo a la oscuridad
No tendré miedo al terror nocturno…porque los ángeles de Dios están cerca de mí y me guardan (Sal 91)
Si no hago lo que los demás hacen no tendré amigos
Mis verdaderos amigos son los que hacen la voluntad de mi Padre que está en los cielos (Mar 3:35)
Si digo la verdad tendré malas consecuencias
El que encubre su pecado no prosperará más el que lo confiesa y se aparta alcanzará misericordia (Pro 28:13)
En mis manos está si tengo o no las cosas
Buscaré primeramente el reino de Dios y su justicia y las demás cosas me serán añadidas (Mat 6:33)
Puedo andar con cualquiera aunque no piense como yo porque eso no me va a afectar
El
El que anda con sabios, sabios será; mas el que se junta con necios será quebrantado (Pro 3:20)
Puedo participar y amar las cosas de este mundo y seguir amando a Dios
Si quiero ser amigo del mundo y su pecado me convierto en enemigo de Dios (Sant 4:4)
No importa lo que yo haga yo voy a la iglesia y con eso basta
No por decir Señor , Señor entraré en el reino de los cielos sino por hacer la voluntad de mi Padre que está en los cielos (Mat 7:21)
Puedo decir una mentira que nadie lo sabrá
El testigo falso no quedará sin castigo, y el que habla mentiras perecerá (Pro 19:9)
Yo soy bastante inteligente no necesito que nadie me enseñe
Si soy sabio aceptaré mandatos pero si soy necio y charlatán seré destruido (Pro 10:8)
No tengo que hacer bien para que me salgan las cosas bien y puedo pensar lo que quiera
El bueno alcanzará el favor del Señor y Él condenará al de malos pensamientos (Pro12:2)

Para que esta lucha sea exitosa es evidente la necesidad de conocer la Palabra de Dios, porque cada vez que seamos tentadas por nuestros pensamientos no podremos correr a buscar la Biblia. Por eso es mejor seguir el consejo de Pro 3:3,4 y escribir la palabra de Dios en nuestros corazones. Así estará siempre disponible para prestarnos su ayuda.

Bendiciones mil.

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